martes, julio 27, 2004

El instante Aleph :::: Greg Egan


En un mundo futuro perfectamente verosimil, Andrew Worth es un periodista científico que elabora reportajes sensacionalistas sobre frankenciencia (ciencia escandalosa). Consigue levantar a última hora a su compañera Sara Knight un trabajo sobre el Congreso del Centenario de Einstein, a punto de comenzar en la utópica isla biosintética de Anarkia, pero enseguida descubrirá que la investigadora sudafricana Violet Mosala y el resto de científicos reunidos allí están tras algo realmente trascendente: la determinación de una Teoría del Todo que defina hasta el último detalle las reglas físicas que mueven el Universo. Andrew Worth se verá implicado en los planes de aquellos que no quieren que se anuncie una teoría que dé fin al misterio en el que se basan las viejas y nuevas religiones. ¿Quiénes tratan de impedir y favorecer la investigación de las diferentes Teorías del Todo que se expondrán en el Congreso? ¿Las neoluditas y fanáticas sectas de la ignorancia? ¿Un grupo llamado tecnoliberación? Mientras tanto, el número de casos de una misteriosa enfermedad, Angustia, se incrementa por todo el mundo. En el Instante Aleph (Gigamesh) todos los fundamentos del universo pueden verse replanteados en la imaginación de quien se aventure en la lectura de esta novela poshumanista.




Greg Egan dota al futuro explorado en El instante Aleph de una sensación de variedad y vitalidad muy realistas, para desarrollar en él de una manera muy rica muchísimos temas: los cambios sociales fruto de nuevas tecnologías, las posibilidades positivas y negativas del futuro, la ética de la investigación biológica, el carácter internacional de la ciencia más allá de nacionalismos (Mosala en una mujer de África y se la acusa de hacer ciencia blanca y no africana), diferentes opciones sobre sexualidad, reproducción y asexualidad, cambios en en lenguaje para adaptarlo a los nuevos géneros, alternativas económicas libertarias basadas en la tecnología, etc. y, por supuesto, no deja de internarse en la especulación sobre la naturaleza del universo basándose en posibles Teorías del Todo. Gracias a que nos hace cómplices del protagonista, Andrew Worth, no un experto, sino un periodista interesado en la ciencia que no duda en hacer preguntas, Egan nos lleva a los confines de la ciencia actual y futura de una manera muy asequible para lector@s con una formación media.

Una novela muy recomendable que explora la cuestión transhumana de manera realista, sin dejar de lado las repercusiones sociales, económicas, políticas, psicológicas y hasta sexuales de las posibles innovaciones tecnológicas de las próximas décadas.


Reseñas en castellano:

Reseña 1

Reseña 2

Reseña 3

Web oficial de Greg Egan

domingo, julio 25, 2004

Lo esencial de una máquina de aprendizaje colectiva


El resultado es una disección de cinco elementos de una máquina de aprendizaje colectiva. El quinteto de puntos esenciales: (1) guardianes de la conformidad; (2) generadores de diversidad; (3) jueces internos; (4) distribuidores de recursos; y (5) torneos intergrupales.

1. Los guardianes de la conformidad [N.T. término original "conformity enforcers"] imponen semejanza sobre los miembros de grupo para dar coherencia a la estructura social, una relativa permanencia, y la capacidad para realizar proyectos multi-participantes integrados en gran escala. En los humanos, los guardianes de la conformidad conducen, entre otras cosas, a una percepción colectiva, a una opinión socialmente construida de la realidad, que influye tanto en el desarrollo del cerebro en la niñez como en el proceso sensorial adulto, produciendo una percepción del mundo("weltanschauung") que muestra muchas de las características de una alucinación compartida.

2. Los generadores de diversidad engendran variedad. Cada individuo representa una hipótesis en la mente comunal. Esto es vital para la flexibilidad del grupo ya que tendrá a su disposición numerosas posiciones de fallback, en forma de participantes lo suficientemente diferentes para proporcionar estrategias que, aunque hoy no sean necesarias, podrían demostrarse vitales para el día de mañana. Esto puede observarse fácilmente en el funcionamiento de una de las máquinas de aprendizaje más bellas de la naturaleza, el sistema inmunológico. El sistema inmunológico contiene entre 10 elevado a la 7 y 10 elevado a la 8 tipos de anticuerpos diferentes, cada uno una conjetura separada sobre la naturaleza de un invasor potencial. Sin embargo los generadores de diversidad toman la mayor parte de sus dimensiones intrigantes en los seres humanos.

3. Después vienen los jueces internos [N.T. término original "utility sorters", traducción alternativa: "clasificadores de utilidad"]. Los jueces internos son los sistemas que criban a los individuos, favoreciendo aquellos cuyas contribuciones probablemente sean valiosas. Estos evaluadores despiadados sacuden a los que personifican la conjetura defectuosa en el limbo biológico, psicológico y perceptual. Algunos de estos "jueces" son externos al individuo. Pero un número sorprendente es interno. Es decir son los componentes involuntarios de la fisiología de un ser. (N.T. Bloom se refiere a la segregación de sustancias químicas naturales que por ejemplo, nos euforizan o nos deprimen).

4. En cuarto lugar, los distribuidores de recursos [N.T. término original: "resource shifters"]. Las máquinas de aprendizaje exitosas desvían cantidades enormes de activos a los individuos que muestran el sentido del control del ambiente corriente social y externo. Estas mismas máquinas de aprendizaje echan a los individuos cuyas dotaciones parecen extrañas, a un estado de privación relativa. Jesucristo capturó la esencia del algoritmo de los distribuidores de recursos cuando observó "al que tiene se le dará y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le despojará incluso de hasta lo que tiene".

5. Y en el reverso tenemos a los torneos intergrupales, las batallas que obligan a cada entidad colectiva, cada cerebro de grupo, a producir continuamente innovaciones para la supervivencia.

[Fragmento del capítulo 5: De las sinapsis sociales a los ganglios sociales: Sistemas complejos adaptativos en la era Jurásica de Cerebro Global [Global Brain], Howard Bloom]

lunes, julio 19, 2004

Biblioteca Pública de Ciencia: información accesible para tod@s


The Public Library of Science (PLoS) es una organización no lucrativa formada por científicos comprometidos en hacer accesible gratuitamente la literatura científica y médica mundial, considerada como un recurso público.


The internet and electronic publishing enable the creation of public libraries of science containing the full text and data of any published research article, available free of charge to anyone, anywhere in the world.


Immediate unrestricted access to scientific ideas, methods, results, and conclusions will speed the progress of science and medicine, and will more directly bring the benefits of research to the public.
To realize this potential, a new business model for scientific publishing is required that treats the costs of publication as the final integral step of the funding of a research project. To demonstrate that this publishing model will be successful for the publication of the very best research, PLoS will publish its own journals. PLoS Biology launched its first issue on October 13, 2003, in print and online. PLoS Medicine will follow in 2004.


PLoS is working with scientists, their societies, funding agencies, and other publishers to pursue our broader goal of ensuring an open-access home for every published article and to develop tools to make the literature useful to scientists and the public.

sábado, julio 17, 2004

Inteligencia Artificial en Internet ::: Recursos

AI on the Web

Esta página web enlaza a otras 869 páginas de la Red con información sobre Inteligencia Artificial. Las secciones que incluye son:

Overview of AI
Highly Recommended Links
Intelligent Agents
Search and Game Playing
Logic and Knowledge Representation
Planning
Reasoning with Uncertainty
Machine Learning
Natural Language Processing
Perception and Robotics
Philosophy and the Future
AI Programming (Lisp)
AI Programming (C++ and Java)
AI Programming (Python)
AI Programming (Prolog)

Artificial Intelligence Resources

Una bitácora creada por Marcus P. Zillman para seguir la evolución de los recursos y páginas web sobre Inteligencia Artificial.

miércoles, julio 14, 2004

En torno al poshumanismo ::: Peter Sloterdijk

El sol y la muerte ::: Peter Sloterdijk & Hans-Jürgen Heinrichs (Siruela, 2004)
Juan Antonio Ramírez

La nueva incursión en el territorio del pensar peligroso tiene por protagonistas a un viejo conocido, Peter Sloterdijk, y a un interlocutor de altura, Hans-Jürgen Heinrichs. El título o el resultado de la empresa se llama El sol y la muerte, y lleva como subtítulo Investigaciones dialógicas. Lo publica Siruela este año, traducido por Germán Cano.


- -Peter Sloterdijk- -

El libro se estructura en seis largos diálogos, en donde el escritor y periodista no es un simple preguntador, sino que elabora sus intervenciones casi al mismo nivel que el filósofo, de ahí el subtítulo. ¿Volvemos a la misma estrategia que ya usó Platón en la Antigüedad, pero adaptada a los tiempos que corren? Sea como sea, resulta fascinante, es un libro muy ameno, aunque requiere, para su entero disfrute, de un cierto conocimiento de la obra de PS, pues en las conversaciones se analizan de forma detallada elementos y fragmentos de buena parte de su mejor producción, casi toda ya editada en España.

En el primer diálogo, el libro central es Experimentos con uno mismo, que no he leído aún, pero que también es de conversaciones, en este caso con el joven filósofo español Carlos Oliveira. Lo que más me ha interesado aquí es la parte confesional, en donde PS habla de su viaje a la India a finales de los años setenta, y cómo allí conoció al animador religioso Rajneesh-Osho, el cual lo expuso a una irradiación benefactora, en el sentido de que lo alejó de la vieja melancolía europea y del masoquismo alemán de la Teoría Crítica, con la que luego se ensañará en el segundo diálogo. Lo interesante y arriesgado es cómo el periodista pone en relación al pensador indio con el "maître" Lacan, y se sacan las similitudes, y también las claras diferencias. Esferas I (Siruela) puede leerse en parte como un ajuste de cuentas con ese background de los años duros después de la rebeldía de fines de los sesenta. La huida hacia Oriente es también un relativizar la cultura del yo, derivada en los últimos años en un "individualismo de diseño", en que se han machacado las mejores mentes del continente.

Pero en este jugoso primer diálogo hay también un elogio de lo extremo, y hay un pasaje que debo resaltar:

Cita:

El hombre es, par excellence, el animal que va más allá de la reacción. Crear arte es sobre-reaccionar, pensar es sobre-reaccionar, casarse es sobre-reaccionar. Todas las actividades humanas decisivas son excesos. Ya desde el principio el caminar erguido del hombre era una hipérbole que no se dejaba encuadrar por completo dentro de las ventajas biológicas de la adaptación. Desde los orígenes, lo que aquí entra en liza es una tendencia a romper los quicios, al exceso. Toda palabra humana no es sino un disparo a lo abierto.

(p. 35).

El siguiente momento es una discusión sobre la metafísica europea como un delirium monopolista. Se elogia en cambio una competencia en las formas de vida, algo que ya Nietzsche trató de mostrar en su "quinto evangelio" o Zaratustra, frente a esa herencia envenenada del judeo-cristianismo y su administración del resentimiento, algo que advirtió Camus y le hizo decir que en Europa ya no se ama la vida, que tiene monopolizado el duelo. El remate de este diagnóstico sagaz es el breve comentario sobre la poshistoria, el estado de la cuestión, paradójica, de un final de la metafísica pero no así de la historia de "acontecimientos" , como se viene demostrando en los últimos años con nuevos fenómenos de pánico en pequeñas y grandes dosis. La alusión a Heidegger y su socratismo de nuevo cuño, del poder y la técnica, es una mirada potente hacia los que, como Fukuyama, daban la historia como concluida. Vivimos en la era universal de las construcciones mecánicas, y esto no lo podemos eludir. Somos con "nuestros" artefactos, y se trata de distinguir entre uno mismo y estas criaturas de ahí fuera.

El segundo diálogo puede parecer menos interesante en el sentido de que se centra en el debate sobre Normas para el parque humano, la conferencia-libro tan polémica, de 1999, que explotó en Alemania y dio lugar a un acalorado debate que llegó a otras esferas algo después. Sloterdijk contextualiza el escándalo a través de tres fenómenos principales: el discurso de Martin Walser en donde decía que se dejara de instrumentalizar el Holocausto, que tenía que ser algo íntimo, sin ruido mediático; el debate, atrasado con respecto a otros países, sobre la tecnología genética; y la revisión de la Teoría Crítica, por parte del propio PS, en un artículo que se llamó "La Teoría Crítica ha muerto", y que era un cuestionamiento sobre todo de su pope Habermas. En una carta a Die Zeit, Habermas calificaba a PS de "neopagano", algo que en una respuesta de lo más electrizante se dedica a comentar, en una muestra de su alto poder de síntesis y de habilidad con el lenguaje, que hace de él un maestro no sólo del pensar la actualidad, sino de la lengua que usa. Habermas queda como un animador de una religión civil, algo necesario en el comienzo de su carrera, cuando Alemania había quedado destruida moralmente y hacían falta barreras defensivas contra el caos absoluto y la miseria espiritual, pero que con el transcurrir de los años se ha convertido en un bloque monolítico que no hace más que conservar ese espíritu judeo-cristiano que PS no puede por menos que atacar con rabia. H. participa de una teología, no de una psicología social, y se opone a cualquier intento de prolongar el pensamiento hacia nuevos caminos, tanto en áreas geográficas extensas como disciplinarias, al entrar en contacto beneficioso con ramas como la informática o la biología. De paso, hace unas matizaciones sobre el nazismo de lo más acertadas, y en este terreno, le da la razón a Arendt sobre la banalidad del mal, frente a los reaccionarios que tratan de meter al nacionalsocialismo dentro de una esfera religiosa casi.

Cita:

La ideología nacionalsocialista fue un híbrido de movimiento fitness militarizado y cultura de acontecer popular [völkisch], apoyado en una doctrina muy superficial y crudamente naturalista en torno al poder. Esto nada tiene que ver con la religión. El fascismo es una política basada en la venganza integral; se dirige a colectivos de perdedores y los conduce a compensaciones autodestructivas.

(p. 72).

Así pues, el que alguien lo tache de "neopagano" dice bastante del que condena, en este caso es más del lado del provincianismo de teólogo de Habermas, su falta de mundo, su quedarse apegado a la más rancia tradición europea de razón etnocéntrica. Frente a esto, PS aboga por viajar más, tener en cuenta todas las tradiciones culturales ricas y no olvidar nuestra situación poscristiana, y saludarla en vez de hacerle reproches. Sólo así podríamos amar la vida de nuevo, a pesar de todos los desastres que aún se ciernen sobre el mundo.
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Sobre la polémica Habermas-Sloterdijk en "Die Zeit" en torno al poshumanismo:

El nuevo zoológico humano de Silvia Fehrmann.

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- -El vértigo de la vida aérea- -

En este segundo diálogo, mucho más denso que el primero, hay varios temas y discusiones de interés, diría que de mucho interés, y la verdad es que no sé qué resaltar, pero sobre todo, hay algo que me llama la atención, pues es el anuncio del nuevo libro en que está trabajando por entonces, uno sobre los medios de comunicación. A PS le preocupa el poder de estos medios de masas, y le molesta la teoría benevolente sobre ellos que ha desarrollado otra gente. Estos medios, en alianza con la empresa educativa, son letales, son capaces de arrastrar a grandes conjuntos de población, intervenir sobre millones y millones creando opinión, algo que ya vemos casi a diario.

Cita:

Me parece mucho más plausible considerar los cuerpos sociales vertebrados por los grandes medios de masas como conjuntos dispuestos a autoestresarse.

(p. 79).

Usando la terminología de la Teoría General de Sistemas y las aproximaciones del sociólogo "arrinconado" Gabriel Tarde, llega a la definición siguiente:

Los individuos son en todo caso transformadores que están conectados en un circuito compuesto de flujos de energía muy ligados a determinados temas. Sus así llamadas opiniones no son sino las formas temáticas y morales de la moda (p.87).

La ilusión de autonomía se pone de manifiesto sobre todo cuando uno es incapaz de poner fin, de detener, una cadena de excitación: es el drama de los tiempos actuales, que nadie está fuera de esta presión, de este tener que estar disponible en todo momento. ¿Cómo rebelarse contra esta tormenta de estrés que se desata y que cubre a la mayor parte de la población, sobre todo en la era de internet y de los teléfonos móviles?

Cita:

Hoy en día la excitabilidad constituye el primer deber del ciudadano. Por esta razón ya no necesitamos ningún servicio militar obligatorio. Lo que sí resulta exigible es el servicio a los temas generales, es decir, la disposición individual a desempeñar la función como conductor del estímulo en el marco de las psicosis colectivas pertinentes.

(p. 85).

Quien no quiere aceptar ese papel, se convierte de hecho en un disidente, alguien que podría decir, como Bartleby, "preferiría no hacerlo", "no voy a encender el móvil, estaré fuera de cobertura o no disponible el tiempo que me parezca".

En la brillante exposición sobre la arena mediática --de alguna forma, actualización de la arena romana, cuando se inició la primera cultura de masas--, no es eso lo más importante, sino lo que dice entre medias, acerca del desfase entre ética y tecnología. El hombre moderno, afirma, piensa como vegetariano y vive como carnívoro: quiere ser como el buen pastor, pero también vivir como los malos pastores, famosos por su vida disipada y actos violentos. Es por esto, dice, que todos los discuros actuales sobre ética adolecen de una cierta falsedad. Es este espíritu mefistofélico que siempre quiere el bien y siempre hace el mal..., por eso, se hace necesaria una moratoria en las investigaciones sobre ingeniería genética, esperando, se supone, que las estructuras mentales se sitúen a la par que las tecnológicas. Pero no se extiende mucho más, ya sabemos que PS disfruta mucho con las sugerencias y las metáforas novedosas.

Lo más importante sobre el poshumanismo lo dice cuando reflexiona, a preguntas de H., sobre la tercera parte de su trilogía, Espumas, que todavía no ha sido traducido al castellano. En esos párrafos se refiere al elemento aire como fundamental, más allá de la tierra y el agua (que interesa más en las fases previas de la humanidad). Habla con ejemplos tomados sobre todo de la arquitectura, nombres que no me suenan, y con hipótesis aventuradas que te llenan de ese ligero vértigo que producen los discursos libres. Insiste en la importancia de la climatología y el control atmosférico en el futuro inmediato, pero no termino de entender de qué manera sería viable esa vida etérea... No podía faltar la referencia a Deleuze, el gran pensador-surfista, ni la discusión sobre rizomas como estructura nueva de pensamiento y acción.

El apartado Pensamiento en suspenso: hacia una crítica de lo indecible, es el más enrevesado pero también uno de los más fascinantes, y por un rato se aleja de lo propiamente escandaloso del caso tratado, para hablar de forma más abstracta sobre los problemas de expresión. Barthes y Bataille sirven como maestros en este pequeño debate sobre el pensamiento escurridizo; se nos muestra una vez más un PS que es un maestro en el análisis de conceptos: aquí encuentra cuatro rasgos o ideas para lo "indecible":

--Lo que permanece al margen de un conjunto de juegos de lenguaje que practicamos habitualmente; un tropiezo con los límites del lenguaje, un ejemplo sería las dificultades para trasladar a otros idiomas la palabra alemana Unheimlich.

--Lo indecible perceptible: la lucha con la percepción, hasta llegar a momentos de crisis de lenguaje como la que expone Hofmannsthal en Carta de lord Chandos, desde el momento en que el lenguaje que tenemos a mano no sirve para expresar ese sentimiento, esa atmósfera... Cualquier cosa es una invitación a la excentricidad, se nos dice en la p. 92: si no tenemos unos usos lingüísticos regulados, como un mecanismo de protección ante el éxtasis, la sociedad correría el peligro de llenarse de místicos. De ahí el lenguaje estipulado y el lidiar con un vocabulario de unos tres a cinco mil expresiones, cuando se pueden distinguir hasta diez millones de matices de color.

--El concepto de infinito, lo que excede lo representable.

--El indecible dionisíaco de Bataille, lo que él denominó "experiencia interior". Quien haya leído algo de Bataille puedo decirnos algo más sobre esto, sobre su paso de la lógica al vitalismo.

Hay también un pasaje que tiene que ver con la propia naturaleza del filósofo, si es posible ir más allá de la filosofía (en sugerencia algo críptica de Jabès, que PS no termina de aceptar), y cómo la poesía y la novela tienen algo que ver en la evolución de la escritura filosófica, cómo la primera fue sierva mucho tiempo hasta que se separó de la filosofía y pasó a la vanguardia, a partir del siglo XIX. Llega a decir que las mejores novelas de la Antigüedad son los diálogos platónicos, pues ofrecen la versión más noble del "cínico abigarramiento lingüístico" (Nietzsche)

La novela, esto lo ha mostrado Lukács en su etapa más productiva, no es sino la forma lingüística de los que ya no poseen la verdad. Transmite una forma que se acopla perfectamente a un mundo desencantado. (p. 101)

La novela como forma de expresión de la "intemperie metafísica"; pienso que en esta defensa de la novela, en el darle casi la razón a Platón por haber desterrado a los poetas de la república, hay un ansia, un deseo postergado de PS de escribir en forma novelada su experiencia en la India, de la que dice que tal vez pasó ya ese momento... Aunque tendría que hacerlo, porque la prosa filosófica de El árbol mágico es muy muy buena. También ha dicho al principio que trata de contener los pasajes líricos, pero hay momentos en que le sale la vena "blochiana" (por Ernst Bloch), como al comienzo de Esferas I, cuando habla de esa burbuja infantil...
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Enlaces:

La experiencia interior según Bataille

Información sobre Gabriel Tarde, sociólogo olvidado

La música de las esferas ::: Reseña de Esferas I de Sloterdijk

martes, julio 13, 2004

El arte de pensar sin paradigmas

¿Es posible "pensar sin paradigmas"?
Rigoberto Lanz (Red Voltaire) [11.07.2004]

Si paradigmas son los supuestos con los cuales pensamos, hablamos y nos comunicamos; si el lenguaje mismo ya es un supuesto, entonces, obviamente no se puede ni vivir, ni pensar sin paradigmas.
Pero si paradigma no es solamente eso, como lo sugiere Edgar Morin, entonces la pregunta es menos retórica. Y si ya nos situamos en este comienzo del siglo XXI, unos de los rasgos más distintivos de la época que nos toca vivir es que, en efecto, ciertos paradigmas ya no sirven para pensar, ciertos paradigmas que nos acompañaron durante largas décadas, siglos incluso, ya no están en condiciones de pensar el mundo, ya no sirven para explicar el mundo, para guiar nuestras conductas en el mundo en que estamos.
Entonces, yo diría un tanto eclécticamente que si bien es cierto que no podemos pensar sin supuestos, no podemos vivir sin supuestos (los supuestos nos acompañan siempre), hay muchos de ellos, convertidos en fuertes paradigmas de la civilización, que están hoy en decadencia, hechos añicos, en crisis. Y por allí comienza, justamente, esta reflexión.

Quisiera introducir entonces la pregunta de si es posible pensar sin paradigmas, interrogando la propia idea de la crisis de paradigmas, que es una de las expresiones más recurridas, probablemente, en el vocabulario académico hoy por hoy: "Crisis de paradigmas". Vivimos una "Crisis de paradigmas". Pero, ¿qué quiere decir "Crisis de paradigmas"? ¿A qué se refiere la metáfora misma de "Crisis de Paradigmas"?

Por lo menos me gustaría invitarles a pasear un poco por unos tres síntomas de la idea misma de crisis. Para comenzar, como ustedes bien saben, (porque seguramente han transitado previamente por estos territorios del mundo epistemológico, de la reflexión sobre el conocimiento), la idea de crisis está presente de forma abrumadora en todos los discursos. Hasta el punto de que es un concepto especialmente banalizado. Casi no dice nada, porque todo se nombra con la palabra "crisis". Por lo tanto, caracterizar una época, un momento, un paradigma en clave de crisis, no transmite de inmediato nada al lector; por el enorme poder trivializador que tiene un uso abusivo de esta palabra "crisis".

Así, nos exponemos con la expresión "Crisis de Paradigmas" a no decir nada, o a decir muy poco, puesto que la representación que le sigue a esta expresión está cargada de imágenes de todo tipo. Entonces habría que resemantizar un poco la idea de crisis y ponerla a decir algo. Y justamente de eso se trata. Me gustaría marcar una idea central respecto a la idea de crisis, que nos permita manejamos mejor con la noción de "crisis de paradigma", y se trata en efecto, de una crisis con "C" mayúscula. Es una crisis que está nombrando el punto de inflexión de una lógica civilizatoria. Es una caracterización que quiere poner el centro de atención, no en éste o aquél aspecto de detalle, de tal o cual saber, disciplina o ambiente cognoscitivo, sino en el propio centro fundacional de una civilización. Nada más y nada menos.

Estamos diciendo que la Modernidad, (con "M" mayúscula), es decir, una civilización, tiene tres o cuatro siglos instaurando y realizando un modo de ser, de pensar, de producir y de reproducir la vida, el hombre, la humanidad. Esa Modernidad ha entrado en crisis. ¡Ah! Si lo que está en crisis es una civilización, su lógica fundante, sus conceptos pivotes fundamentales, entonces no estamos hablando para nada de una "crisis de crecimiento", de un accidente, de una aceleración repentina, de una coyuntura inconveniente, de una anomia reparable; estamos hablando de una convulsión en la médula fundacional de la civilización que gobierna el globo terráqueo desde el siglo XVI en adelante, sobre manera, a partir del siglo XVIII.
Es la Modernidad toda la que ha entrado en crisis. Es decir, es una civilización, es una lógica, es un modo de entender al mundo, es una manera de organizar la vida en ese mundo, etc. Sólo sobre este punto obviamente habría que hacer un largo Seminario.
Habría que tomar nota de las enormes posibilidades de una investigación detallada sobre estos problemas. Ese no es el caso, por ahora. Para los fines de este texto ya basta con afirmar que la crisis de la que hablamos es una situación límite, insisto, que está colocando el propio modo de entender el mundo contemporáneo en un desideratum y cuestiona, entonces, los propios fundamentos que dieron pie a toda una civilización que se desarrolla sobre manera a partir del siglo XVIII, el XIX, el XX.

Crisis que dejará exhausta a esta manera de entender el mundo (a este "meta-relato" como gustaba decir a J.F. Lyotard). Por tanto, si esa es la crisis de la que hablamos, entonces crisis de paradigmas no es un concepto trivial, no es una idea que socorre de manera accidental las anomias de una cultura. Es un concepto esencial para entender justamente "por dónde van los tiros", por dónde va, justamente, la investigación de hoy para reinventar el mundo, para poder colocarnos en condiciones de entender la fenoménica de este mundo que nos agobia por su complejidad, por su magnitud.
En segundo lugar, (respecto a las tres grandes señales de la idea de crisis) yo creo que entró en crisis todo. Digamos que no hay ningún escenario, esfera, componente de la vida material o espiritual, que no haya entrado en crisis. Pero me gustaría marcar justamente la idea de crisis de fundamentos y, en especial, una cadena de conceptos fundacionales de esta Modernidad, que tienen que ver con la idea de razón, encadenada con la idea de ciencia, encadenada con la idea de progreso, encadenada con la idea de Sujeto, encadenada con la idea Historia, encadenada también con la idea de educación.
Quisiera sostener claramente que el concepto de "educación" fundado por la Modernidad, el único concepto de educación que vale la pena discutir, está en bancarrota. La educación es una hija privilegiada de la razón Moderna. La educación es hija de la ciencia, la educación es hija del concepto de progreso. La educación es hija del sujeto histórico. Sin estos conceptos matrices la idea de educación no tiene sentido. Educación es el modo como la Modernidad entendió la forma de reproducir una cierta idea de la razón occidental, de la razón Moderna; de la razón del progreso, de la historia centrada, del progreso que viene, de la técnica convertida, digamos, en materialización de la ciencia. En fin, toda una constelación conceptual y categorial, sin la cual la idea de educación se desvanece.
La vieja imagen de paradigmas enfrentados (el marxismo enfrentaba al positivismo, el estructuralismo enfrentaba al funcionalismo) ya no se sostiene. Estos son micro-enfrentamientos, guerras secundarias, en comparación a la idea de que el gran paradigma de la ciencia occidental es el que ha entrado en crisis, el que ha colapsado, el que ha hecho aguas. Y esa crisis tiene que ver, insisto, no con una disfunción, no con una anomalía de una categoría que no funciona, no con un cortocircuito entre conceptos o con una falla de una teoría respecto a otra.

Lo que está en crisis es la propia lógica fundacional del paradigma que nos permitía pensar. Lo que está en juego, entonces es, como dice Edgar Morin en varios de sus libros, todo un modo de pensar. Lo que nombra la figura de crisis de paradigmas es el agotamiento de una manera de pensar, crisis de una lógica de pensamiento; crisis de una racionalidad fundante de la propia manera de entender el mundo, de comprenderlo, de explicarlo.
Por tanto, ese modelo de explicación que habita de forma privilegiada en el espacio escolar también mostrará sus límites en este ámbito particular. La escuela es el ambiente simbólico por excelencia para ilustrar una cultura, el lugar privilegiado donde se pone en evidencia el modo como se piensa el mundo. Ese entendimiento del mundo, esa circulación de saberes, esos conocimientos que pueblan las redes semióticas, que circulan en los entramados intersubjetivos, que habitan el espacio de la escuela y de al universidad, son expresión crucial de la racionalidad misma de la civilización Moderna. Estamos diciendo que la herencia de estos tres siglos de ese espacio llamado universidad, del espacio escolar en su conjunto, ha entrado en crisis.
Y en tercer lugar, la señal con la que quiero concluir esta idea de crisis es -en la imagen original de este concepto- como posibilidad. La crisis es también una oportunidad en la acepción que está en antiguas tradiciones; la crisis es siempre una oportunidad; no es un concepto forzosamente negativo; para nada es una idea luctuosa, que nos haga resignar y encoger. Es un concepto siempre cargado de una doble significación. Que algo entre en crisis... ¡bienvenido!
Que algo está en crisis es porque cosas buenas pueden pasar. Yo quisiera pensar, entonces, que la crisis a la que me refiero y la crisis de paradigmas, en particular, es una buena noticia, es algo de lo cual hay que contentarse, es una señal positiva de que algo va a ocurrir.

Yo quisiera suministrar algunas pistas de lo que está ocurriendo ya, de lo que ha ocurrido, de hecho, y de lo que puede ocurrir con la crisis de paradigmas, con la crisis general que vive esta civilización y con el advenimiento de otro mundo, ese otro mundo que nosotros, los posmodernos, llamamos una era neobarroca.
Pues bien, creo que ustedes se enfrentan a un mundo en crisis y ojalá que puedan de ese mundo tomar justamente lo que emerge, lo que irrumpe, lo desconocido. Hay un mundo que eclosiona, hay un mundo que se hace visible y hay un mundo que se nos presenta, a veces fantasmáticamente, como lo desconocido. El mejor desafío para un investigador, para un pensador, es justamente adentrarse sin temor en las sombras, al claroscuro de lo que no está conocido, de lo que es borrosamente intuido. (Patético sería graduarse de "Doctores de lo Obvio").

Eso no va a ocurrir. Cada Tesis de un investigador, como no es una derivación de lo obvio, es al contrario, una indagación de un territorio desconocido, medio conocido, poco desarrollado. Eso es precisamente lo que justificaría un Programa Doctoral, un sistema de estudios, una universidad, etc.
Así pues, las reflexiones que se arriesgan, las que crean una pista importante para no tenerle miedo a la crisis (porque la crisis hace emerger elementos nuevos, hace irrumpir factores desconocidos) son las que apuestan por la búsqueda sin seguridades, las que desafían el "canon"; esa es la gracia de la crisis como posibilidad. Vivir en un período de extrema estabilidad, sin crisis, es pensar el mundo de otra manera, con otros recursos, por tanto, la emergencia y la irrupción no serían el ingrediente para nuestros pensamientos.
Otro dato interesante de este mundo que nos toca vivir es, justamente, la impronta de la incertidumbre, del caos y de lo relativo. Se trata de pensar en la incertidumbre, no como un dato circunstancial, no por ahora, sino como una condición sustancial del nuevo modo de vivir esta realidad, este mundo. No se trata de constatar episódicamente que por los momentos hay un clima de incertidumbre y no hay más remedio que abandonar las certezas y transitoriamente acoplarnos a la inestabilidad y la turbulencia. Sospecho que este modo trivial de plantear el problema está condenado desde el inicio. La incertidumbre es una condición constitutiva de la nueva realidad que nos toca vivir.
El mundo posmoderno, que no es un mundo transitorio ni un estado del tiempo pasajero, tiene como condición esencial de la forma de ser, de la vida misma, la incertidumbre como una de sus componentes. Por tanto, las mentes demasiado lógicas, las mentes muy ecuacionadas, las mentes causa-efecto, las mentes lineales, las mentes simples, la pasan muy mal en un mundo caracterizado esencialmente por la lógica de la incertidumbre. Pensar en situación de incertidumbre, actuar en contexto de incertidumbre, es, justamente, poder poner el pensamiento en capacidad de de vibrar, de no sucumbir, de no confomarse con lo obvio, efectivamente, cuando no hay ecuación posible, cuando no hay linealidad posible, cuando no hay causa ni efecto. Los posmodernos afirman de una forma muy brutal que nada es causa de ningún efecto. Se acabó aquella lógica, un poco mentirosa, un poco elemental, de que siempre hay una causa y un efecto. Hay en verdad una errática multicausalidad, en situaciones tan ambivalentes que hacen que la física de partículas, por ejemplo, sea una semblanza muy curiosa de poética, discurso pulsional y aproximativo (como dicen los propios físicos, hoy por hoy).

Sin embargo, esa es parte de las perversiones con las cuales convivimos y no nos conmovemos frente a ellas. Nos toca vivir un mundo que se abre, que se ablanda, que se debilita. Al pensamiento posmoderno también se le llama "pensamiento débil". Pero he aquí una paradoja interesante: la fortaleza más encumbrante del pensamiento posmoderno es justamente que es débil. Allí está su fortaleza. Pensamiento débil no es pensamiento aguado. No. La fortaleza del "pensamiento débil" está en su infinita capacidad de desplazamiento, de adaptación, de "esponja" de nomadismo y "vagabundeo" (como gusta decir al amigo Michel Maffesoli). ¿Por qué será? La metáfora es clara: la hiedra tiene chance de sobrevivir en condiciones de alta competencia por nutrientes y el roble no. Por su enorme capacidad rizomática de vivir en movimiento, en las superficies blandas.

Ese es uno de los rasgos característicos de la estructura de esta nueva sociedad en la cual nos toca vivir, a la que estamos convocados. Se trata de pensar con una "caja de herramientas" (Michel Foucault) que tenga la capacidad y la plasticidad de ser emergente, de ser irrupcional, de ser blanda, de ser esponjosa-porosa, para justamente poder pensar la complejidad, (más que la visibilidad sólida de las cosas que tenemos en frente).
Otro planteamiento que en la sutileza y en la pequeña ranura encuentra su propia verdad lo tenemos en lo instantáneo y lo efímero que es característico de este tiempo. Este es un tiempo efímero, es un tiempo de la ambigüedad, un tiempo de la transversalidad, constitutiva de lo real y no solamente de un estilo de pensar. Por tanto, no hay forma de capturarlo en clave de ciencia dura, no hay forma de entenderlo en clave de lógica fuerte, no hay forma de comprenderlo en clave de lógica lineal. El paradigma de la simplicidad no puede entender el mundo posmoderno... y estamos en un mundo posmoderno. Yo no estoy inventando el mundo en el que nos toca vivir. En fin, que muchos colegas todavía no se hayan enterado es algo patético, pero eso pasa muchísimo. La ignorancia no está en crisis. Uno puede pasarse la vida en su "mundo feliz" y no se entera que existe un universo conmovido por lo que estoy diciendo.
En particular en el mundo de la educación, la idea de la crisis como posibilidad comporta una fuerza especialmente incisiva. La idea Moderna de "educación" es parte de la crisis, como ya lo he planteado. ¿Qué es eso de "Ciencias de la Educación"? ¿Cómo "Ciencias de la Salud"? ¿Cómo "Ciencias del Ambiente" o "Ciencias jurídicas" o "Ciencias de la Comunicación"?

He allí una aparente paradoja: son efectivamente esas ciencias las que están en crisis. Por tanto hemos recibido una herencia poco creíble, algo de suyo sospechoso. Unas tales "Ciencias de la Educación" no se sostienen a menos que con este rótulo sólo estemos identificando un gran campo de problemas. Una reunión de disciplinas no agrega mucho a los problemas epistemológicos de fondo. Una visión "multidisciplinaria" puede ser útil pragmáticamente (frente a concepciones estrechamente simplistas) pero eso no resuelve el problema. Que sean muchas ciencias, una reunión de ciencias, una fiesta de ciencias, eso tiene poco valor agregado a los efectos de encarar los asuntos de fondo. En tanto que disciplina, en tanto que lógica disciplinaria, en tanto que discursos de la simplicidad, esas ciencias, sin excepción, están en crisis.
De la física a la antropología. Sin que quede una sola de ellas en el camino que diga "es no es conmigo". Les puedo mostrar fehacientemente, una por una, en qué consiste la crisis de esta larga cadena ciencias. Eso está ampliamente documentado, de ello justamente me he ocupado en todos estos años. Lógicamente, esto no es culpa de nadie. Que algunos colegas estén más enterados de estos asuntos, es algo que se entiende. El trabajo de investigación epistemológica requiere de mucha dedicación y no todos transitan de la misma manera por esos territorios.

Un grupo de colegas en el mundo hemos consagrado buena parte de nuestras vidas a rastrear esta crisis, en mirar por dentro en qué consiste su impacto en cada ámbito, en singular o en el conjunto de las ciencias. Por fortuna hecha ahora también se han incorporardo a esta tarea sus propios mentores: físicos, biólogos, matemáticos, ecólogos, sociólogos. No hay ningún campo que se exceptúe de esta tremenda conmoción de la crisis de las ciencias. Las ciencias humanas tienen su especificidad, desde luego. Pero ello sirve para librarlas de los mismos padecimientos. ¿Y la de la educación? ¿Será la excepción? ¿Esas "Ciencias de la Educación" tienen alguna variante respecto a la idea de crisis?
No. Son ciencias que están tocadas en su propia naturaleza y las encontraremos, entonces, convertidas en discurso educativo (en cuyo caso se observan las limitaciones en el espacio de las políticas públicas y en las prácticas escolares) e igualmente conmocionadas por la misma crisis de paradigmas de la que vengo de hablar. Y esa es una buena noticia. Si hemos planteado que la crisis es también posibilidades, entonces he aquí una estupenda oportunidad de pensar la crisis de la educación.

Hay que tomarse la molestia de inventar su propio paradigma (aún cuando fuera como alegato metafórico del establecimiento de algunos supuestos básicos). Hay que tomar algún riesgo y disponerse inventar, a pensar con cierta audacia. Estamos en un momento en donde inventar puede ser la condición para salir de la crisis. Inventar, lo digo en el sentido fuerte de la palabra. Hay que arriesgarse a poner por delante nuestra propia capacidad heurística. (Si el tutor está de acuerdo o no, bueno, podemos negociarlo; pero, justamente, esa es la gran posibilidad que recibimos de unas "Ciencias de la Educación" en problemas: la vieja autoridad dogmática pierde todo pertinencia). Nadie podrá proclamar ahora que el paradigma tal o el paradigma cual es invocado y todo está arreglado. Por ello es una buena noticia que justamente las "Ciencia de la Educación" sean (como las "Ciencias de la salud", como las "Ciencias de la comunicación", como las "Ciencias del ambiente", como las "Ciencias administrativas" y toda una cantidad de ciencias que configuran saberes) especialmente problemáticas hoy por hoy: desde el punto de vista epistemológico, desde el punto de vista de su fundamentación, desde el punto de vista metódico.
Buena noticia, porque los investigadores tienen una enorme posibilidad, un reto para pensar esto desde el comienzo, con su propia creatividad, con su ingenio, con su talento, con su visión, con sus fantasmas.

Antes había unos señores encargados de dictaminar (en nombre de la ciencia y las buenas costumbres académicas) si eso era correcto o incorrecto. Pero hoy no estamos frente a un jurado que pueda prescribir si esto es verdad o falso, bueno o malo, bello o feo. ¿Desde dónde juzgar la validez respecto a éste o aquél paradigma? Sería muy sospechoso (sería poco serio) estar invocando un paradigma para juzgar lo bien o mal hecho de éste o aquél autor, de un libro, de una Tesis, de una proposición. Así que esa es una enorme ventaja a la hora de valorar los efectos beneficios de las crisis.
Claro, implica también más responsabilidad, nos obliga a pensar complejamente, nos reta a pensar con cabeza propia. Pero, bueno, de eso se trata, en todo caso.
Buscando una convergencia de cierre de esta reflexión libre, me gustaría colocar la metáfora de un amigo de la UPEL (Edgar Balaguera) en Maracay, que ha escrito un libro muy emblemático. Él ha publicado un interesante libro que se llama La escuela enferma y, justamente, juega con esta metáfora un poco hospitalaria, lo cual no es tal vez una muy bella evocación (lo que está enfermo nunca es bello). Pero, justamente, su título sugiere que en efecto la "enfermedad" de la escuela no es corregible en las terapéuticas de la Modernidad, no es curable, digamos, con remedios tipo "cambio de ministro", "cambio de currículo", que es uno de los deportes favoritos que tenemos en Venezuela. (Cada vez que llega un Rector, un Decano, un Director de lo que sea, lo primero que se le ocurre es un "cambio de currículo").
Todas esas cosas son bienvenidas, pero eso no va a curar esta "enfermedad" de la que habla el amigo Edgar Balaguera en su libro, que es en el fondo la misma la "enfermedad" de la crisis civilizatoria de la cual hemos conversado largamente en este texto. Los conceptos de "escuela", de "educación", de "pedagogía", y de "didáctica", son justamente los dispositivos discursivos que están en bancarrota. De allí no se sale con terapias remediales, de esos límites severos uno no se libera sino a condición de una reflexión muy profunda, muy crítica, que pueda hacerse cargo de esta agenda esencial de los nuevos tiempos, y es ese justamente el reto que tienen los investigadores que laboran más cercanamente al mundo de las "Ciencias de la Educación".

¿Y en qué otra parte está?
Creo que lo que vale la pena enseñar, (si de enseñar se trata ya que siempre habrá aprendizajes, sin los cuales nos morimos. Hasta las células aprenden, así que nosotros somos más grandecitos que una célula... aunque dice Edgar Morin que una célula tiene más componentes de complejidad que un parque industrial) es la capacidad de apropiación.
La virtud más querida, más mimada, del hombre de hoy es su capacidad de apropiación. Lo que deben estar enseañando, de verdad, es la inteligencia y capacidad para apropiarse: apropiación de la experiencia del otro, sobre manera. ¿En que se diferencia la inteligencia de la torpeza? En que la inteligencia es capaz de apropiarse de la experiencia del otro. Los torpes no desarrollan experiencias de aprendizaje de esta complejidad y cometen siempre los mismos errores. Entonces, la idea de formación debe estar asociada a la experiencia cognitiva, ético-política, cultural, de nueva socialiad, de cooperación, de solidaridad con el otro. Creo que todo esto requiere de aprendizajes. Eso no viene en ningún código genético, no hay ningún cromosoma que comande la capacidad de apropiación. Eso hay que cultivarlo: cultivar la capacidad de apropiación de la experiencia (de nuestra experiencia, de la experiencia de la cognición, de la experiencia de la formación, de la experiencia de la creatividad, de la experiencia de la sensibilidad).
De nada valdría un descomunal esfuerzo de investigación en el ámbito de las "Ciencias de la Educación" si ello no está acompañado al mismo tiempo de la enorme posibilidad de que los intelectuales dejen como rastro, como acumulación, como hecho visible, justamente, un aporte a las interrogaciones que vengo de nombrar. Sería una lástima que esas angustias que venimos de compartir pasaran a formara parte de los recuerdos lejanos, sin ninguna incidencia en el quehacer cotidinado en las comunidades académicas.

No podemos pretender que este texto marque la agenda de las próximas investigaciones. No tengo esa pretensión. Quisiera solamente compartir algunas de estas interrogaciones que, seguramente, forman parte no sólo de un saber universal que está hoy día puesto en todas las agendas internacionales de discusión, sino que son vitales para la universidad, para este país. Se trata de un aporte esencial para entender el mundo en el que estamos. Cómo podemos reconducir una cosa tan vital para el país como es su sistema educativo todo, su sistema se educación superior en particular.
Estas sociedades enfermas de exclusión no es obvio que vayan para algún lugar asegurado de antemano, como para dormir tranquilos. Les consta a todos los ciudadanos con un mínimo de visión crítica. Estas sociedades están permanentemente en peligro, ellas mismas como "comunidad de destino". Por tanto, el esfuerzo en el campo de la educación no puede ser un dato aislado, solitario, completamente fragmentado, destinado a la fábrica de profesiones. Es un esfuerzo que tiene que estar mirando al país, sus posibilidades y sus desafíos. Sus enormes riegos, que hoy están planteados muy dramáticamente, por cierto; pero también sus enormes posibilidades.
Si hay un chance de país, si hay un chance como para tener una sociedad decente y digna, apta para vivir en ella (que no tengamos ganas de irnos a Miami, a París o a Tokio) ello demanda una enorme responsabilidad ético-política en primer lugar. Luego, nuestros aportes en el campo que sea tienen un valor enorme, mucho más hoy que en condiciones de estabilidad y de lógicas instaladas. Nuestro aporte, por muy modesto que sea y por muy solitario que se vea en su proporción, en nuestros laboratorios, estudios o bibliotecas, es un aporte esencial para expandir las posibilidades de Venezuela en su educación, en su vida universitaria, pero también en toda ella, como sociedad viable. Si así fuera les aseguro que me gustaría estar por allí compartiendo con todos la hazaña de haberla hecho posible.

Rigoberto Lanz
Sociologo, Investigador, Escritor, Ensayista.

Fuente

martes, julio 06, 2004

Bitácoras: universo y ombligo

Marcos Taracido
LibrodeNotas.com
Enero del 2004.

Las bitácoras no han llegado para quedarse, sino para expandirse y metamorfosearse. Desde su nacimiento, el crecimiento ha sido tan espectacular que es imposible buscar una taxonomía o una definición, porque su mayor logro ha sido el de superarse a sí mismas constantemente encontrando nuevos usos, nuevas formas y nuevos modos. Este crecimiento se debe, no hay que olvidarlo, al sentimiento de comunidad, que arropa, protege y autopublicita a sus miembros, pero sobre todo -y esto es lo que a mí me interesa- a la capacidad que tienen de incorporar gente a la red, de dar voz a quién no la tendría de otro modo.
Una parte importante de la llamada blogosfera está constituída por circuitos de bitácoras que se retroalimentan y cuyo casi único tema es el metabitácorero -permítaseme el vocablo-: hablar de, sobre, para y por las bitácoras. En sí mismo este grupo es inoperante socialmente, en el sentido de que su desaparición pasaría desapercibida para el resto de la sociedad; sin embargo, incide directamente en esta pequeña revolución: sin ellos el desarrollo técnico de las herramientas que facilitan la publicación de contenidos no avanzaría.

Y es que, por encima de hitos históricos para la cultura como la invención y desarrollo de la imprenta, la internet está suponiendo un avance radical, profundo y totalmente desestructurador de las actuales redes de cultura y sistemas sociales, proponiendo y desenvolviendo avances como el del replanteamiento de los derechos de autor y la propiedad intelectual, la difusión y uso de herramientas de libre uso y de construcción solidaria y, sobre todo, agrandando la libertad de expresión hacia límites hasta ahora desconocidos; libertad de expresión política, sí, pero también en lo que atañe a las posibilidades económicas para poder ser escuchado y a los conocimientos técnicos. Y ahí es dónde las bitácoras están jugando un papel importantísimo, porque sus sistemas de publicación permiten un acceso inmediato y efectivo a la publicación de contenidos, y asistimos a diario al maravilloso despertar de múltiples voces que de otro modo jamás serían escuchadas.

¿Periodismo? ¿Información? ¿Diarios? ¿Confidenciales? Llegados a este punto ya no existen las bitácoras; incluso, muchas de las herramientas que nacieron para crearlas ahora se definen como herramientas de publicación en la red, eludiendo un término que se ha vuelto limitado. Ahora, cualquiera puede construir fácilmente su propia publicación &mdashpublicus, del pueblo, de todos-: un diario personal, el soporte de una novela, un periódico, una revista o una comunidad en red. Un puñado de locos por la internet idearon este nuevo modo de hacerse oír y el sentimiento de comunidad, la tribu, hizo el resto. Ahora queda que siga expandiéndose, fuera ya de ritos, lazos o murallas que la detengan.

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Lo que resulta apasionante del fenómeno «internet» y más concretamente del boom de las bitácoras es su poder para convertir a cualquiera con una conexión a internet y un ordenador en un informante, un crítico un novelista o un comunicador. Recuerda a los inicios del periodismo en el siglo XVII y XVIII, cuando decenas de particulares sacaron sus periódicos a la calle sin apenas medios y con mucho entusiasmo. Paul Carr se hace eco de la explosión informativa que está suponiendo el auge de las bitácoras en Estados Unidos y su poder para contrarrestar la información oficial y ofrecer alternativas y críticas que nadie oiría de otro modo: "En el programa de Garofalo, en particular, no hay un minuto sin que Janeane o su colaborador, Sam Seder, se refieran a algún artículo, cita o información que hayan descubierto a través de alguna bitácora o una fuente de noticias en Internet. Y no tienen miedo de admitirlo: al final de cada programa diario, todos los enlaces mencionados se cuelgan en su propio blog, Majorityreportradio.com." El inquietante poder de los blogs

lunes, julio 05, 2004

Promesas y peligros de la Nanotecnología

Lilia Morales ha encontrado este interesante artículo titulado Promesas y peligros de la Nanotecnología del economista mexicano de la UNAM Gian Carlo Delgado Ramos.

Para establecer diálogos con críticos, hay grupos en Internet supervisando las investigaciones en nanotecnología y otras nuevas tecnologías. Un ejemplo es el Grupo ETC, con secciones también en México, dedicado a la conservación y el avance sostenible de la diversidad cultural y ecológica y los derechos humanos. Con esta finalidad, el Grupo ETC apoya desarrollos en tecnología responsables socialmente y útiles para los marginados y presenta opciones de gobernabilidad que afectan a la comunidad internacional. También monitorean la posesión y control de las tecnologías, y la consolidación del poder corporativo.

Su web en castellano está aquí y un ejemplo de Foro Internacional sobre Globalización donde los movimientos sociales tratan estas cuestiones fue en Cancún.

Voluntarios manejan un videojuego sólo con el pensamiento

Mind over video game
Researchers: Patients control video with brainpower alone

Tuesday, June 15, 2004 Posted: 1506 GMT (2306 HKT)

WASHINGTON (Reuters) -- Using thought alone and with some electrodes placed on the surface of the brain, four volunteers were able to control a video game, U.S. researchers reported Monday.
Simply by thinking the word "move", the volunteers played the simple video game, the researchers reported.
"We are using pure imagination. These people are not moving their limbs," said Dr. Eric Leuthardt, a neurosurgeon at Barnes-Jewish Hospital in St. Louis who worked on the study.
Their findings add to work being done at several centers and are aimed at finding ways to help people control computers or machines using brainpower alone. Potentially, people paralyzed by disease or accidents could use such devices to work, read, write and even possibly to move around.
Leuthardt said they tested four patients with epilepsy.
"These electrodes are placed on peoples' brains on a routine basis for seizure localization," Leuthardt said in a telephone interview.
The patients have their skulls opened and the electrodes placed on the surface of the brain to find out where their seizures are originating, so the connections in that area can be cut in the hope of a cure.
"We piggy-backed our study on that," Leuthardt said.
Other researchers have worked with implanted electrodes in both monkeys and humans, but Leuthardt said this approach does not require putting anything deep into the brain.
"There is the potential for it to be very much less invasive," he said.
Writing in Monday's issue of the Journal of Neural Engineering, Leuthardt and Daniel Moran, an assistant professor of biomedical engineering at Washington University in St. Louis, said the patients learned in minutes how to control a computer cursor.
"It took six minutes of training and they all achieved control in less than 24 minutes," Leuthardt said.
"After a brief training session, the patients could play the game by using signals that come off the surface of the brain," added Moran. "They achieved between 74 and 100 percent accuracy, with one patient hitting 33 out of 33 targets correctly in a row."
During the study their patients were forced to stay in bed tethered to a computer for up to two weeks, but Moran and Leuthardt hope to develop electrodes that can transmit signals without physical connections.
"You can't keep wires directly from the brain to the outside world indefinitely because of the increased risk of infection," Leuthardt added. "We have to create a wireless system."
Leuthardt and Moran centered about 32 electrodes over the sensory motor cortex of the brain and a region called Broca's area, which is associated with speech.
The pair did their work on a small amount of money -- about $20,000 for the whole study, they said. "We really built this from matchsticks and paperclips," Moran said.
"There will have to be a rigorous study on monkeys for an indeterminate number of years before we can consider permanent implants in human subjects, but we're really excited about this advance," he added.
A team at Duke University in North Carolina reported in March they had used electrodes implanted deep in the brains of Parkinson's disease patients to transmit signals that might someday be used to operate remote devices.

Noticia original aquí

domingo, julio 04, 2004

UN FUTURO SIN -ISMOS: Por qué NO somos transhumanistas

Desde la lista de correo de Fastra.net, exponemos a continuación una
serie de críticas, valoraciones y propuestas en torno al Transhumanismo y el "movimiento cultural" que conforma.
Esta recopilación, presentada casi "en bruto", recoge ideas y
reflexiones de distintos miembros de la citada lista de correo,
valoraciones no necesariamente consensuadas, expuestas únicamente con
el ánimo de ser analizadas y debatidas.

Sobre Transhumanismo, transhumanistas y el "movimiento" o la "cultura" transhumanista

- Parece que la primera fase del "movimiento transhumanista" se está
acabando. Pocos asumimos eso en público, pero es necesario decir que
tal vez ya pasó la época de confiar en la ley de Moore, el aumento de la capacidad informática o tecnológica, el proyecto Genoma Humano, los
inicios de la nanotecnología, etc. como las panaceas que traerán el
transhumanismo.

- Se admita o no, muchos ya saben que la tarea es mucho más ardua de
lo que pensaron; pero el problema no es ése, sino la incapacidad para
asumirlo y adaptarse a las nuevas necesidades de una nueva fase, más
adulta.

- Hay que lograr que se produzca un giro que rompa con las carencias
actuales del "movimiento transhumanista" y los movimientos
transformadores en general.

- Hay que aprovechar mucho mejor nuestras fuerzas. Eso para empezar.
Si los planes de acción serán aplicados colectivamente, colectivamente
deberíamos elaborar esos planes: juntos hemos de pensar QUÉ HACER y
cómo, cuándo, dónde, etc.

- Hay que convertir el "movimiento transhumanista" en una corriente
cultural dinámica, que utilice la tecnología que defendemos para
elaborar instrumentos culturales, aprendiendo a "empaquetar"
atractivamente las propias ideas, ideas que debemos mejorar y madurar.

- El transhumanismo "no es suficiente" porque en sí no tiene nada que
decir sobre muchos asuntos importantes de nuestro tiempo. Esperamos
que la tecnología de uploading llegue cuanto antes, pero no hay que
olvidarse de que hay problemas igualmente importantes en el mundo de
hoy (y en el de mañana también, no creemos que la singularidad vaya a
solucionarlo todo).

- El "transhumanismo" no ha inventado nada; su mérito radica en la
actualización, en base al raciocinio y al conocimiento adquirido por
la especie, de un viejo anhelo: lo que plantea la "cultura transhumanista" no es más que una consecuencia lógica de algo que venimos haciendo desde el principio de los tiempos.
Las ideas de "transformación", "metamorfosis" o "transcendencia" son tan viejas como la conciencia del yo; en el fondo hay un principio común: "Mejorar".

- El impulso transhumano no morirá mientras haya seres humanos que no
vean la especie humana como un fin sino como un ser de transición, o
que no acepten la muerte como algo ineludible. Existió mucho antes de
los que se consideran a sí mismos "padres" de la idea y
existirá después de que desaparezcan de la faz de la Tierra.

- Esa cultura existe ya en estado embrionario, se vislumbra en ciertas
películas, novelas de ciencia-ficción, videojuegos, músicas, cómics,
artes gráficas, filosofías, etc. Como transhumanistas, podemos
ignorarla, despreciarla por no formar parte del transhumanismo
"oficial", o formar parte de ella sin pretender dirigirla por habernos
puesto el nombre de transhumanista.
Como siempre sucede, las artes reflejan, representan, interpretan y
especulan sobre la realidad en la que viven y así lo expresan, exista
o no algo llamado "transhumanismo". No es de extrañar pues que aparezcan en el arte "coincidencias" temáticas o conceptuales con ideas que forman parte de la realidad actual.

- A muchos la palabra "transhumanismo" nunca nos ha gustado demasiado,
y una de las razones es que acaba en "-ismo". Desconfiamos de todo
sistema de pensamiento demasiado claro, coherente e integrado. En
otras palabras nos gustan mucho las ideas y muy poco las ideologías. Al
parecer la mayoría de los transhumánicos (etiqueta alternativa sin
"-ista") latinos coincidimos en eso.

- La gran mayoría de transhumanistas no son "científicos", pero eso no
quiere decir que sean inútiles: la ciencia no es un ente abstracto,
aislado de la sociedad. Estamos inmersos en una guerra de ideas, y
nuestros "enemigos" no están quietos y parados.

Sobre organizaciones y política

- Las viejas actitudes políticas permanecen. Es sorprendente lo
"conservadores" que son los "revolucionarios", por tanto llegamos en
un momento en el que tienen una profunda sensación de derrota, en el que ya son lo bastante conscientes de su ineficacia actual y los más
lúcidos tratan también de inventar nuevas formas de hacer política.
Ahí tendríamos que buscar alianzas, incidir o colaborar, pensar qué pueden ofrecer las ideas transhumánicas. Habría que estudiar qué relación puede haber. Por ejemplo, el proyecto Viridian de verdes pro-tecnología, formado por Bruce Sterling, apunta en esa dirección de estudiar qué puede ofrecer la tecnología para resolver los problemas actuales del mundo, sin idealizarla.
Aunque en sus novelas Bruce Sterling explora a veces el poshumanismo,
no es claro si Viridian se plantea el transhumanismo como una opción.

- Vamos de los más modernos pero no se nota. Sabemos que no podemos ya
hacer un movimiento social como en el siglo XIX pero no sabemos como
hacerlo en el XXI. Por eso tenemos que inventarlo.

- Es mas difícil inventar nuevas estructuras o prescindir de ellas que
recurrir al viejo inventario de la humanidad que se dice querer
superar, y se busca hacer del transhumanismo una iglesia, partido,
empresa, etc. No tratamos solo de ofrecer una crítica sino de ofrecer
otras opciones para el transhumanismo: una visión del transhumanismo
como red cultural.

- Las listas y organizaciones transhumanistas siguen teniendo un papel
importante de facilitar el intercambio de ideas entre gente que tiene
una visión del mundo similar, pero claramente hablar de transhumanismo
entre transhumanistas no es suficiente, hay que salir fuera. Quizás lo
que hay que hacer es "exportar" algunos de los memes centrales del
transhumanismo a otros movimientos culturales y políticos. Eso quiere
decir que, por ejemplo, en vez de hablar de política en foros
transhumanistas, hay que hablar de transhumanismo en foros de política
y sociedad, por ejemplo donde se trata de facilitar el acceso de todos
los ciudadanos a la tecnología, frente a opciones elitistas.

Sobre los foros transhumanistas

- Los foros transhumanistas padecen de lo mismo que la mayoría de
foros: son endogámicos y su principal función es, sobre todo, reforzar
el sentido de identidad y pertenencia a un grupo de sus participantes.
Esto se acentúa cuando la "causa" que une a esos grupos es rara o
minoritaria.

- Los cientos de mensajes diarios en los foros transhumanistas no son
de unas líneas, son mensajes trabajados, con horas, quizás, para
escribirlos. Eso contrasta con la casi carencia de libros
transhumanistas, o la poca presencia de memes transhumanistas en otros
foros, revistas electrónicas, movimientos sociales o culturales, etc.

- Esos miles de mensaje de los foros transhumanistas, ¿a quién están
dirigidos?: a transhumanistas, mensajes transhumanistas para
transhumanistas. ¿Para qué? ¿Para reafirmar la fe transhumanista?
("Esperad un poco mas, que ya queda poco, no, no será en el 2004,
habrá un pequeño retraso, será por el 2007, pero no os preocupéis, el
transhumanismo está cerca") ¿Para, si soy liberal, convencer al
transhumanista socialista de las bondades del capitalismo o viceversa?
¿Para insultar a "la gente", que es tonta (aunque muchas veces tenga
más sentido común e inteligencia) y no nos hace caso (normal en muchos
casos), o a esos ignorantes científicos que no comprenden "el nuevo
paradigma" aunque no sepamos explicarlo ni nosotros? ¿Para despreciar
a nuestros "enemigos", sin pararnos a ver si tienen en algo razón y
reconocer que si tienen incidencia en la sociedad es que algo harán
bien?

- Esperamos que eso sirva para entender por qué quienes actúan más
fuera que dentro del transhumanismo organizado sostienen las opiniones
que sostienen y son críticos del auto-denominado "movimiento
transhumanista". Por eso ante la última convocatoria de la WTA en la que se pedían planes, algunos entre nosotros estuvieron a punto de proponer uno radical: la disolución de todas las organizaciones
transhumanistas, o al menos, cerrar temporalmente las listas de correo
?auténticos agujeros negros del transhumanismo? para salir fuera de
los guettos a dialogar, articular propuestas y hacer realidad visiones
posthumanas con personas y grupos afines.

Sobre la difusión de ideas

- Hay que tener en cuenta los factores que entorpecen la difusión de
ciertas ideas: la "titulitis", la necesidad compulsiva de ganar
estatus social, de obtener reconocimiento, la necesidad de sentirse miembro de un grupo que acabe en "-ismo", el impulso de hacer cosas por la necesidad de sentir que se hace algo (aunque ese algo no sirva para gran cosa), el paradigma del enfrentamiento (político, ideológico,
etc.), la reproducción de estructuras organizativas al estilo del
siglo XIX, la reproducción de formas cargadas de tópicos del tipo "es más creíble el hombre de traje y corbata"...
Para muchas personas que han gastado mucho dinero y tiempo en
conseguir su flamante título no resulta fácil aceptar que venga alguien "sólo" con inteligencia y sentido común a cuestionarles. La razón y el conocimiento no necesita de etiquetas. Lo que necesita es pruebas, para legitimarse. Pero no olvidemos que para mucha gente todo este asunto es una cuestión de identidad, lo cual, aunque paradójico dentro de un movimiento que se jacta del auto-conocimiento, no deja de ser significativo.

- El mejor meme es aquel que, además de instalarse, provoca que el
"infectado" crea que la nueva idea es idea suya. Este fenómeno es muy
común hoy en día:
Muchos de los auto-denominados "creativos" y "teóricos" no son más que
infectados de este modo; y esto es aplicable a multitud de áreas.
Muchas personas, en cuanto perciben algo nuevo, se lo atribuyen a sí
mismos y "firman" dicha idea para, inmediatamente, darse bombo y
platillo y exigir reconocimiento. Osea, a tales personas, la difusión
de la idea es secundario, ya que lo prioritario es el reconocimiento,
estatus y/o dinero que pueda obtener al atribuirse la "creación" o
nueva idea.
Esto, muchas veces, se hace de forma inconsciente, llevados por los modos de nuestro tiempo, pero para aquellas personas realmente interesadas en la divulgación del conocimiento, lo de menos es la firma, el grupo político y/o ideológico, el título, estatus o
reconocimiento del autor de una buena idea, de un buen concepto o de
una buena cápsula de conocimiento. Esto implica un "desprendimiento"
de ciertas conductas que no resulta fácil llevar a cabo.
Es muy cierto que hace falta planificar, planear. Y la mayor prueba de
que el plan funciona sería constatar que los memes se han infiltrado y
nosotros siguiéramos siendo "invisibles". Nada de títulos, nada de
firmas, nada de "ismos" ni de "istas"... Mucho trabajo y no esperar
nada a cambio más que la satisfacción de observar cómo aquella idea o
aquel modo salta a los grandes medios, por poner un ejemplo.
En cuanto un meme se ha inoculado, pasemos al siguiente, dejándolo que
se extienda por si sólo.

Propuestas

- Hay que crear espacios de discusión con secciones no sólo de
transhumanismo, sino también temas relacionados, desde más obvios como
la ciencia o la ciencia-ficción a menos obvios, como videojuegos de
temática relacionado con el transhumanismo (que los hay), estar
abiertos a sugerencias de secciones de los participantes, y ver la
manera de que los foros no se conviertan en agujeros negros encerrados
en sí mismos, sino relacionarnos con otros, invitar a grupos y
personas, ser conocidos como un foro dinámico y creativo, etc.

- Aunque los foros llevan años existiendo, todavía no se les ha sacado
su potencialidad. Igual sucede con los chats, etc. Las listas de
correo han experimentado una evolución desde su nacimiento, por lo que
quizás pueda comenzar una nueva fase en todas estas herramientas. Para
eso deberemos de dejar de ser monofóricos para hacernos polifóricos.
Dividir nuestro tiempo y energía entre varios, de grupos diferentes, e
incluso periódicamente salir de Internet, para volver a entrar con
nuevas fuerzas.
Un nuevo fenómeno de Internet son los tribe.net, orkut, etc. Si están
teniendo éxito es porque responden a una necesidad de muchos
internautas. Su estructura rompe con la lista cerrada en sí misma,
sino que son públicas e interrelacionadas.

- Un foro publico no "-ista", dinámico y creativo, es una opción
general. Otra es hacer un foro, que incluso podría ser cerrado, para
fabricar memes y su "empaquetado" atractivo y que sirva de base desde
la que partir a otros foros, revistas electrónicas, etc. para
fecundarlas (es preferible ese termino a "infectarlos") con estas
nuevas ideas.

- En los espacios de discusión que proponemos habría que incluir una
introducción en la que se defina el marco en el que se pretende
incidir. Sin embargo, discrepamos en definirlo en términos
"transhumanistas". Si se trata de llegar al "público general", el
mejor modo es enfocando la cuestión en términos "generales" y no en términos de la "cultura tal o cual" (lo cual causa de inmediato el efecto "bando"), en términos susceptibles de ser comprendidos y compartidos por todo hijo de vecino.

- Para participar en esos espacios no es imprescindible ser científico
o activista, ni mucho menos hace falta auto-denominarse
transhumanista o ser miembro de alguna de las organizaciones transhumanistas. Los elementos imprescindibles son conocimiento y raciocinio. Se trata más del trabajo sinérgico de una red social auto-organizada formada dentro y fuera de internet por individuos creativos y dinámicos interrelacionados que de maniobras o manejos de grupos sectarios.

- Desgraciadamente, hay que reconocer que los grupos sectarios
seguirán gozando de gran popularidad, sobre todo porque suelen ofrecer
"planteamientos" inmediatos, fáciles, que no exigen esfuerzo en el
receptor, aparte de pagar una cuota, hacer un donativo, asistir al
"oficio" de turno o hacer ostentación de pertenencia al grupo.

- Lo interesante es generar "corrientes" de información, de opinión,
de reflexión, de dilemas, de propuestas, de debates... y dejar que por
"efecto mariposa" causen sus respectivos "torbellinos". Y todo esto
teniendo en cuenta la posibilidad de que haya "espías escuchando".

- Otra propuesta es de establecer redes sociales que permitan a cada
cual transhumanista conocer a otros:
no sólo ideología política, religión, y otras "etiquetas", sino sus
intereses, habilidades, proyectos, etc. Por ejemplo, si X sabe usar el
3DMax o aprender a usar AudioMulch, si tiene contactos en el mundo
cinematográfico o cuáles busca, o si necesita una banda sonora.

- Faltan buenas novelas transhumanistas, y en una cultura audiovisual
como la nuestra no está fuera del alcance de los transhumanistas
elaborar productos transhumanistas en forma de spots, documentales,
películas, etc. El vídeo digital lo permite: hay cámaras desde 600
euros, en el ordenador se edita, y se distribuye en Internet e
-IMPORTANTE- en actos locales, que tanta gente hecha en falta: la vida
cultural en la realidad fuera del ciberespacio. La idea de algunos
transhumanistas mexicanos del cine-club ciencia ficción es espléndida.
En colaboración con alguna compañía interesada podría ser posible
desarrollar un videojuego o juego electrónico de contenido transhumánico, quizá pasándole el "script" o guión.
Utilizando los media y las nuevas tecnologías culturales es como se
difunden hoy en día las ideas. Seguir con viejas fórmulas no
funcionará mucho más.

Te regalan un libro: "Sobre software libre"

Un grupo de profesores de la URJC de Madrid han elaborado un libro sobre Software Libre licenciado como copyleft, por lo que está permitida su copia y distribución

El libro contiene ensayos de Richard Stallman, Jesús M. González Barahona, Vicente Matellán Olivera, Pedro de las Heras Quirós yJavier Candeira entre otros.

Puedes descargártelo en formato pdf desde su web, donde encontrarás el índice y más información, o directamente desde aquí.

Resumen "Sobre software libre"

"Sobre software libre" reúne casi una treintena de ensayos sobre temas de candente actualidad relacionados con el software libre (del cual Linux es su exponente más conocido). Los ensayos que el lector encontrará están divididos en bloques temáticos que van desde la propiedad intelectual o las cuestiones económicas y sociales de este modelo hasta su uso en la educación y las administraciones públicas, pasando por alguno que repasa la historia del software libre en los últimos años y los problemas que tiene que enfocar en un futuro próximo como es el caso de las patentes de programación. La obra incluye además una serie de artículos calificados como seminales dentro del mundo del software libre y firmados por Richard Stallman, uno de los grandes gurús del movimiento del software libre.

Éste es un libro pensado para un público objetivo muy amplio, no específicamente informáticos, sino que también abogados, economistas, universitarios en general. Esto es así, porque la naturaleza de los contenidos, aunque técnica, está principalmente orientada en dar a conocer la vertiente más filosófica, sociológica y pragmática del software libre. En la actualidad no existe ninguna edición en nuestro idioma que permita a las personas interesadas (sobre todo las que no tienen una formación informática más allá de nivel de usuario) introducirse en la naturaleza y la filosofía del software libre, aún cuando esta temática está ganando en peso dentro y fuera del campo de la informática.

Esta obra ha sido concebida en su mayor parte por un activo grupo de profesores de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, uno de los grupos pioneros en la adopción y difusión del software libre en España.